LA IMPORTANCIA DEL PAN PARA LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD

Alguna vez os hemos hablado de la historia del pan y a menudo os insistimos en la importancia de este alimento dentro de una dieta saludable pero nunca nos habíamos planteado lo trascendental de este tema hasta el punto de darnos cuente de que fue lo que permitió el desarrollo de las civilizaciones. Sí, así de fundamental.

Para que el hombre pudiera pararse a mirar las estrellas y ver que cada noche se repetían unos mismos patrones (horas de noche, de luz, cómo amanece, ciclos lunares… ) e ir perfilando unas ideas astronómicas, matemáticas o algo tan “sencillo” como pautar un calendario; para que se detuviera analizando los tipos de plantas, intentando representarlas en un brazalete de hueso o un tejido; observara los animales y cómo viven, cómo se protegen del clima y así aprender de ellos…; para todo lo que tiene que ver con el arte, la ciencia y en definitiva la cultura, era premisa fundamental tener una base de alimentación y seguridad garantizada.

Y es aquí donde la agricultura adquiere todo el protagonismo y, en concreto, las cosechas de cereales, puesto que éstos producen mucho grano, son relativamente fáciles de cultivar y se pueden conservar durante largos periodos, proporcionando alimento para las estaciones frías y permitiendo así el asentamiento de grupos en lugares que dejaban de ser “de paso” para convertirse en los primeros pueblos.

Ya os podéis imaginar cómo sigue este cuento tan maravilloso que es nuestra historia…

Para conservar el grano era necesario secarlo y una vez seco, para poder alimentarse con él había que rehidratarlo y ¡tan tatachán… con ustedes, el primer pan!

De entrada, no parece muy delicioso ¿verdad?

Se cree que fue por descuido, que alguien mezcló los cereales con agua para comer pero dejó olvidada esa “papilla” en una olla, que al calor de las ascuas se convirtió en una torta de pan.

Es verdad que ese pan se parecía poco al pan que hoy conocemos, tan tierno y jugoso que ya sólo de pensar en su olor a todos se nos hace la boca agua… Aún así, ya debió gustarles mucho porque desde entonces –y de esto hace ya 9.000 años- no ha dejado de consumirse.

A los romanos les debemos que se extendiera por toda Europa y toda la cuenca mediterránea.

A día de hoy el pan sigue siendo básico e imprescindible en nuestra alimentación. Tanto es así, que nos acompaña en todas las comidas, ya sea en forma de tostadas en el desayuno, como base para los entrantes, “mojando” en la salsa de los primeros, ingrediente de muchos postres, fundamental en los bocadillos… y ha llegado incluso a ser un símbolo de nuestra cultura. No son pocos los ejemplos de la gastronomía, las tradiciones y el arte, donde el pan es el protagonista.

En la actualidad el trigo es un alimento fundamental para la humanidad, que depende del consumo en gran parte de la superficie del planeta. Quizás por esa razón es objeto de estudio, y los investigadores analizan las mejores maneras de cultivarlo.

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), no dudó en elegir para su logotipo una espiga de trigo con el slogan “Fiat panis” (Hágase el pan).

 

Ya os dijimos que detrás del pan hay una historia con mucha miga… Pronto, os contaremos más curiosidades y por supuesto, nos encantaría que compartierais con nosotros todo lo que sepáis sobre nuestro alimento estrella.