¿Quién dijo que las torrijas sólo pueden ser dulces? ¿Para qué esperar al postre si se pueden tomar en el aperitivo unas riquísimas torrijas de queso como las que os traemos hoy? ¿Por qué comerlas sólo en Semana Santa?

Con un poco de imaginación y con cosas que siempre suele haber en casa, podemos preparar “recetas la mar de apañadas”, como ésta de torrijas de queso, cuya dificultad es nula, el coste es baratísimo y el éxito enorme.

Ingredientes:

• Pan del día anterior (8 rebanadas).
• Huevos (2 unidades).
• Leche (50 ml).
• Queso curado (100 gr).
• Una cucharada de mantequilla.
• Sal (al gusto).
• Hiervas aromáticas para decorar.

Método de preparación:

• En una fuente amplia batimos los huevos con la leche y el queso, o quesos rallados.
• Cortamos el pan en rebanadas de 1 cm de espesor y las sumergimos en la mezcla anterior. Las dejamos reposar aproximadamente 10 minutos, dándoles la vuelta en la mitad del tiempo para que absorban todo el líquido.
• En una sartén antiadherente ponemos a calentar la mantequilla a fuego medio-alto, cuando esté fundida y la sartén desprenda calor, echamos las torrijas. Si vemos que en el fondo de la fuente se ha quedado parte del queso lo repartimos sobre las torrijas con ayuda de una cuchara.
• Dejamos que se cocinen las torrijas sin subir el fuego hasta que estén doradas por ambos lados, en nuestro caso han sido unos 3 minutos por cada lado, pero el tiempo puede variar un poco dependiendo del tipo de sartén empleada.
• Cuando estén doradas servimos tal cual o con alguna hierba aromática por encima. Yo les he puesto cebollino.

Ya tenemos listo un aperitivo, original, fácil y diferente. Sorprende a los tuyos y aprovecha de tu pan hasta la última miga.