Como lo que más nos gusta es que aprovechéis el pan, os proponemos cinco ideas que tenéis que tener en cuenta para aprovechar el pan duro que os sobra del día anterior:

1. Haz pan rallado. Parece obvio, pero el pan rallado es algo que tarde o temprano necesitarás para hacer deliciosos filetes empanados o maravillosas croquetas y nunca está de más acumular un poco en la despensa. Prepararlo es tan simple como pasarlo por el robot de cocina hasta que quede muy fino. Pero es necesario que el pan esté bien seco y duro, con lo que deberemos dejarlo reposar unos cuatro o cinco días antes de rallarlo.

2. Tostadas. Si hay algo típico del verano son los interminables desayunos familiares en la terraza o en el porche. Y, como nos gusta decir en Mundopán, “un desayuno sin pan es como un jardín sin flores”. Hacer unas tostadas es tan sencillo como cortar el pan del día anterior en rodajas de un centímetro aproximadamente y tostarlas en la sartén o en el tostador hasta que estén bien crujientes. A nosotros nos encantan con un poco de aceite de oliva virgen y sal, aunque las alternativas son infinitas!

3. Picatostes. Los picatostes o croutons son las estrellas de cualquier ensalada o puré y crema fría y hacerlos es tan sencillo como cortar el pan duro en cubiletes pequeños y freirlos en abundante aceite muy caliente. Cuando los hagáis, tened cuidado de que no se quemen! Una vez fritos, dejadlos en papel de cocina para que se elimine el exceso de aceite y estarán preparados para su consumo.

4. Entremeses y canapés. El pan duro cortado en rodajas finas y tostado en el horno o la sartén como si fuera una tostadita es una base perfecta para cualquier entremés. Os recomendamos dejar volar la imaginación y crear las combinaciones más inverosímiles de alimentos: seguro que están deliciosas como aperitivo en el jardín.

5. Croquetas de pan. Creíais que no se podría hacer una croqueta de pan, pues si! Xavier Barriga nos dice cómo: Corta el pan duro en rebanadas finas y remójalas en leche hasta que se empapen bien. Escurre la leche sobrante del pan, mezcla las rebanadas con los huevos y tritura la mezcla con un tenedor. Luego, agrega queso rallado, sal y la pimienta. Cuando la mezcla tenga la consistencia adecuada, ve haciendo piezas en forma de croqueta y fríelas en aceite de oliva virgen extra hasta que estén bien doradas.