Tipos de hornos para pan a lo largo de la historia
A muchos nos encanta el pan y todos, en mayor o menor medida, consumimos a diario este delicioso producto. Sabemos que hay distintos tipos, incluso conocemos distintas harinas y algunos, los más especialistas, se informan sobre le distinto amasado que puede dar lugar a diferentes migas pero… ¿Os habéis preguntado cómo interviene los diferentes tipo de hornos para pan en el resultado final?
Tipos de hornos para pan en la Historia
Como sabéis la historia del pan se remonta a los tiempos primitivos hace más de (5.000 años A.C), en la era egipcia y mesopotámica, cuando una pasta de torta olvidada se fermentaría durante un tiempo antes de estar cocida, y se infló.
A partir de este momento, los hombres primitivos crearon los primeros hornos calientes en medio de cenizas, y desde entonces hasta la actualidad no se han dejado de mejorar las técnicas de cocción del pan.
A continuación vamos a realizar una breve introducción, viendo la evolución que han tenido los hornos a lo largo de nuestras generaciones, hasta la actualidad.
Los babilonios fueron los primeros que crearon un horno, más parecido a lo que conocemos como tal hoy en día. De esto hace más de 5.000 años. Este horno era de barro y su construcción consistía en una tapa de abobe y tierra en forma de campana que permitía cocer los alimentos por arriba y por abajo.
Más recientemente… hace más 2.000 años, los egipcios comenzaron a construir un horno de leña. Los construían en dos partes: una inferior que funcionaba como quemador y una superior donde se colocaban los alimentos a cocinar.
Posteriormente los romanos perfeccionaron su construcción, creando arcos y dándoles forma de cúpula, esto proporcionaría un aislamiento térmico con el cual alcanzarían temperaturas muy elevadas y acumularían el calor durante largo tiempo. Gracias a estos avances podrían retirar el fuego antes de introducir los alimentos.
Dando un gran salto en la historia, en el siglo XVIII, se construyó el primer horno de gas. Fue conocido como “Cocina a Gas“, porque también incluía una cocina. Estaba hecho con materiales metálicos y cables de cobre para conducir el gas. Fueron sustituyendo a los hornos de leña y carbón como fuente de calor, debido a su eficiencia, potencia, control y limpieza.
Hoy en día los más utilizados son los hornos eléctricos. Uno de los beneficios principales que posee un horno eléctrico es que nos permite cocinar los alimentos de una manera rápida y prácticamente sin ensuciar.
A pesar de que en muchos lugares se sigue dando nombre al pan apellidándolo “cocido en horno de leña” como signo de distinción, la realidad es que los hornos eléctricos han conseguido sustituir casi totalmente las formas anteriores de cocinar el pan consiguiendo el mismo resultado de sabor tradicional e incluso mejorándolo pues nos permiten controlar mejor las temperaturas y los tiempos de cocción, además de que distribuyen el calor de forma más uniforme.
Hay que ver, imaginar que los babilonios ya utilizaban hornos hace unos 5000 años…