El pan, ese producto tan cotidiano como invaluable, lleva acompañando a nuestra especie desde antes de la aparición de la agricultura, según los últimos descubrimientos. Nuestras expectativas y necesidades han ido cambiando, pero básicamente la esencia del pan viene siendo la misma desde sus orígenes. ¿Sabes por qué? Porque el pan es básicamente útil y sano, sin “peros”. Vamos a revelarte algunas pistas de por dónde va a ir el futuro inmediato del pan, como el que anuncia que hay que quedar para celebrar el cumpleaños de un buen amigo.
Te vas a quedar perplejo con el siguiente dato: la actual regulación del pan data de ¡1984! Consumidores y asociaciones llevábamos tiempo pidiendo a los sucesivos Gobiernos que se actualizase la normativa, por motivos obvios: ni la sociedad es hoy la que era entonces, ni lo son nuestros gustos. Tampoco lo son los procesos técnicos de elaboración del pan, ni las variedades que preferimos. Ni siquiera es igual la forma en que llega hasta nosotros (con suerte ya disfrutas de las ventajas de Mundopan, con el pan que eliges todos los días en el buzón a la puerta de tu casa). El punto que nos parece más interesante del borrador del futuro Real Decreto es que se establecerán los porcentajes de materias primas y las formas de elaboración, para que el nombre con que llamamos a cada variedad de pan responda a la naturaleza del mismo, y se cumplan nuestras expectativas como clientes. Probablemente esta nueva norma verá la luz en diciembre.
Pero también, en los últimos meses, se han realizado dos descubrimientos interesantes que repercutirán en el futuro más inmediato del pan.
Por un lado, se han secuenciado todos los genes del trigo, abriendo camino al pan del mañana. Y no ha sido sencillo, porque la variedad más utilizada hoy en día, “chinese spring” o trigo de primavera, es el resultado de tres variedades ancestrales. Con estos avances el cereal se podrá adaptar mejor a los cambios en la climatología y aumentará su producción. Ello será beneficioso para toda la especie humana, literalmente. Además, como sabes, un avance científico de este calado trae en cascada otros muchos avances, como por ejemplo la optimización de otros cereales. Nos quedan cosas estupendas por ver.
Por otro lado estamos volviendo a descubrir las virtudes de la “escaña”, un cereal antiquísimo que fue de los primeros que el hombre cultivó. Comparada con otras variedades de trigo, la escaña tiene un mayor contenido en proteínas, ácidos grasos poliinsaturados, fructanos y fitoquímicos, que la dotan de propiedades nutricionales muy beneficiosas. En una sociedad como la nuestra, que puede permitirse investigar el pasado para encontrar soluciones a problemas actuales, muy pronto disfrutaremos de productos elaborados con harina de escaña. Así que no sólo se buscan y encuentran soluciones médicas en sustancias de especies vegetales y animales, desde el Amazonas hasta los fondos abisales de los océanos. Mucho más a mano, en los humildes cereales, también hay sorpresas. ¿Y qué hay más fácil que consumir pan para aprovechar los beneficios de los cereales que lo componen?
Como ves, el futuro más cercano del pan es muy prometedor, lo cual es beneficioso para todos: la ley nos va a asegurar que estamos disfrutando de panes de la máxima calidad, y la ciencia nos confirma que el pan seguirá a nuestro lado con mejoras constantes. Además, como usuarios, encontramos que la renovada “pasión por el pan” de los últimos años nos permite acceder a variedades muy pero que muy apetitosas, y no aburrirnos nunca. ¿O no estás descubriendo también tú que, dependiendo de qué vas a comer, te apetece una u otra variedad de pan? Pues ya sabes que, si te llevamos el pan a casa, sólo tienes que llamar un día antes para poder ajustar el pedido a tu gusto: para el día siguiente o para siempre, tantas veces como quieras.
¡Buen provecho!